domingo, 31 de maio de 2015

¿Cómo hacer que los alumnos se impliquen en las tareas de interacción oral?



¿Cómo hacer que los alumnos se impliquen en las tareas de interacción oral?

Todo que abarca un aprendizaje efectivo tiene relación con una única palabra clave “motivación”, que si integrada al uso de una enseñanza experiencial forman juntas el primer paso de una clase bien sucedida, con alumnos participativos y envueltos con el aprendizaje.
¿Cómo alcanzar esta motivación? ¿Cómo saber si es la motivación correcta a los estudios? Estas dudas son fácilmente aclaradas con la Teoría de la auto-determinación (1989) en la cual Ryan y Edward L. Deci explicaron la diferencia entre “motivación intrínseca, que se refiere a hacer algo porque es interesante de manera inherente; frente a motivación extrínseca, que se trata de hacer algo porque conduce a un resultado tangible”.
Poniendo esto en el contexto de enseñanza-aprendizaje vemos que los estudiantes pueden realizar acciones motivadas extrínsecamente con resentimiento y desinterés lo que no llevará a un aprendizaje efectivo; mientras que motivarlos intrínsecamente sugiere un estudio con sentido de voluntad. 
“El aprendizaje de cualquier lengua es una experiencia individual altamente dependiente de la interacción con otros. La motivación para hacerlo puede adoptar diferentes formas” (Tudor, 2000). Puede parecer una tarea agotadora, pero hay pasos que pueden allanar el terreno de ese camino y crear un ambiente de aprendizaje activo intrínsecamente, entre ellos Carole Ames enfatiza cómo el diseño de la clase afecta a la percepción que el alumno tiene de si mismo, su interacción, sus resultados; su comportamiento de pertenencia (Walton et al.,2012); profesor como facilitador proyectando la pregunta con un modelo de respuesta; actividades en grupos para que los estudiantes con más dificultad noten que los demás también cometen errores y para que los estudiantes con menos dificultad puedan ayudar a sus amigos; agrupamiento estratégico del nivel del alumnado; inclusión de actividades del tipo “intento conocerte”; establecimiento de una rutina de precalentamiento, entre otras.
Cabe al profesor el desafío de crear un ambiente colaborativo, comunicativo, facilitador del aprendizaje, trayendo sentimiento de pertenencia  a todos del grupo para que así, con estas herramientas, el estudiante pueda mejorar su motivación intrínseca y alcanzar un aprendizaje activo y duradero.